El Dpto. de Cultura nos comunica que, el otoño
vuelve a traer el teatro en mayúsculas al Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran
Canaria. El próximo dos de octubre el telón volverá a abrirse tras el parón
vacacional para ofrecer una nueva temporada que, en esta ocasión, se inicia con
dos producciones con sello canario. Profetas del Mueble Bar, habituales en la
programación del recinto escénico de la Calle Viera y Clavijo, reestrenan su
exitosa Divorciadas, Evangélicas y Vegetarianas, de Gustavo Ott.
Esta obra de mujeres y sobre mujeres estará en cartel los
días 2, 3 y 4 de octubre y pone en escena a un trío de primeras espadas del
teatro en Canarias: Blanca Rodríguez, Carmen Sánchez y Yanet Sierra. Otra
compañía canaria tendrá la oportunidad de dar la réplica dos fines de semana
después con un drama desgarrador que tiene como eje argumental el abuso
cometido sobre menores. La República ha tenido el valor necesario para
enfrentarse a ‘Hamelin’, un texto de Juan Mayorga, que se representará el 16,
17 y 18 de octubre. Las entradas para el público general se pondrán a la venta
el 24 de septiembre aunque en la actualidad sigue abierta la campaña de
abonados del coliseo grancanario.
Gloria, que está mal, mal, se encuentra con Beatriz, que
está muy mal, muy mal; se la lleva al cine a ver a su amiga Merche, que está
peor. Al día siguiente van juntas al campo para ver amanecer y juntas iniciarán
un camino que no habían pisado antes. De esta manera presenta Profetas del
Mueble Bar a ‘Divorciadas, Evangélicas y Vegetarianas’, una comedia disparatada
que esconde verdaderas cargas de profundidad que vuelve a la escena después de
su arrasador estreno en 1999. Tres mujeres que “buscan la felicidad” y que
demuestran que “se puede salir” de las situaciones más angustiosas. Superación
ante crisis personales con la amistad por bandera. Y todo en clave de comedia.
Toda una oportunidad para disfrutar de las dotes interpretativas de Blanca
Rodríguez después de su magnífica interpretación en ‘El cerco de Leningrado’.
El uruguayo Gustavo Ott escribió este texto hace
exactamente 20 años. Doble conmemoración, por lo tanto. Dos décadas desde que
el dramaturgo diera forma a esta relación de amistad entre mujeres al borde del
abismo y diez desde que se iniciara el fenómeno que, de la mano de Profetas del
Mueble Bar, arrasó en Canarias y las principales capitales españolas. “Es una
historia de amistad verdadera entre mujeres que están al bore de un ataque de
nervios”, señala Juan Ramón Pérez, uno de los directores del montaje. “Es,
sencillamente, una obra que trata la fuerza de esa amistad y como los pequeños
pasos son necesarios para alcanzar las metas más grandes”.
Pérez añade que la temática de Divorciadas, Evangélicas y
Vegetarianas responde “a la más rabiosa actualidad” ya que circunstancias como
los malos tratos o el secuestro de la voluntad de las personas por las
religiones “están en la prensa casi todos los días”. Juan Ramón Pérez anima a
los aficionados al teatro a ver “una comedia en el sentido clásico del término”
que, además, “cuenta con un reparto de espléndidas actrices canarias”.
Dos semanas más tarde, el Cuyás cambia radicalmente de
registro para recibir a La República y su descarnado ‘Hamelin’. Una
investigación sobre casos de abusos sexuales a menores levanta la existencia de
una trama a gran escala en la que hay complicados importantes personalidades de
la vida pública. Esta es el argumento de un montaje que según señaló su
creador, el multipremiado Juan Mayorga, “no es más dura que la vida misma”. Nacho
Cabrera dirige un elenco de intérpretes isleños entre los que destacan Luifer
Rodríguez, Hermi Orihuela, Enmma Álvarez o José Trujillo. En este caso, Hamelin
se centra en la acción de los hombres que ocupan el lugar de las ratas del
famoso cuento del flautista.
“Hamelin es un juego teatral perverso: nos cambia el punto
de vista, nos aclara un concepto o nos mueve a adoptar una actitud crítica. En
definitiva, este Hamelin es un cuento sobre la culpa de los adultos y su
castigo”, señala la compañía. Se da la circunstancia de que el texto está
inspirado en un hecho real sucedido en España en 1997.
“La propuesta de La República parte desde la desolación, la
misma que inundó a los habitantes de Hamelinal ver partir a sus hijos tras las
notas anestesiantes de aquel siniestro flautista; la misma que acecha a nuestro
protagonista desde la falta de afecto, desde la sordera y desde el
enmudecimiento social. Tenemos vocación de ruido a pesar de ser teatro silente.
Todo ello para que lo sugerido tome valor, para que el espacio vacío propuesto
sea una suburbio sombrío, una noche perpetua, unas calles patibularias, un
cuartelillo lúgubre y un naufragio por hogar”, indica Nacho Cabrera.
En definitiva, comedia y tragedia para inaugurar una nueva
temporada del mejor Teatro de Canarias.